Hace tiempo que renuncié a muchas cosas. MUCHAS, MUCHÍSIMAS.
Hoy sólo renuncio a TI, sí, a TI. Yo sé que NO sabrás y no me interesa porque ya renuncié.
Renuncié a todo lo tuyo.
Renuncié y me costó una o dos lagunas de lágrimas. Pero ya renuncié. Hace mucho que pasó y hace poco que renuncié.
No espero nada de nadie y menos de ti porque ya te renuncié.
Pocas palabras que decir: Quiero leer buenos libros. Quiero imaginar y viajar.
Al buen entendedor, pocas palabras.
Chau.
O como dicen en México: Ahí nos vidrios.